La bióloga marina del Smithsonian, Dra. Mary Hagedorn, lidera una red global de científicos en uno de los únicos programas de conservación de especies oceánicas del mundo, llamado la Iniciativa de recuperación de arrecifes (Reef Recovery Initiative) que se enfoca en la criopreservación de las especies marinas. Aunque mediante las prácticas de conservación, como las áreas marinas protegidas, es posible reducir la pérdida de diversidad genética en los arrecifes, estas no son suficientes. Los efectos globales del cambio climático seguirán erosionando los arrecifes en todo el mundo, lo que genera una reducción constante en la cantidad de población y una pérdida de biodiversidad. Las técnicas de conservación, como los bancos genéticos en los que se utilizan muestras congeladas, son una sólida promesa para ayudar a contrarrestar estas amenazas. Estas células almacenadas permanecen congeladas, pero vivas, en nitrógeno líquido, y se mantienen seguras durante cientos de años. Existen muy pocas colecciones de especies criopreservadas que se utilizan específicamente para la conservación, y mucho menos aún en el caso de especies oceánicas. Asimismo, como son el único grupo de científicos del mundo que desarrolla y aplica esta tecnología moderna para preservar los arrecifes, su trabajo es fundamental.